“México, América Latina y Estados Unidos” por Marco Antonio Baños A.

LECCIONES CONSTITUCIONALES

MARCO ANTONIO BAÑOS AVENDAÑO

La Doctrina Monroe es el principio de la política exterior de Estados Unidos de no permitir la intervención de las potencias europeas en los asuntos internos de los países del hemisferio americano. La doctrina Monroe se resume en la frase «América para los americanos».

 

México no escapa a los intereses norteamericanos, Cuba o Nicaragua representan junto a nuestro país, históricamente un intervencionismo norteamericanorecalcitrante, en lo económico, político y en toda América, como parte de un sistema de dominación que se articula como imperialismo económico, partidario de los monopolios, el capital financiero sobre territorios extranjeros y hegemonía militar y económico política sobre los pueblos de Latinoamérica.

 

El Tratado Trilateral de Libre Comercio, favorece al Neo Liberalismo económico, nuestro país aún está en desarrollo económico, somos el vecino comercial más importante de Estados Unidos de Norte América, por tanto el Gobierno de la República no favorece conflictos ni políticos, ni económicos con los vecinos del Norte. Estados Unidos, tiene una tradición expansionista  e intervencionista, sus intereses económicos son también políticos, geopolíticos, construye constantemente ideologías que pretender ser semejantes a auténticas determinaciones culturales, su mercantilismo y afán colonizador no tienen límites.

 

Por otra parte, la Constitución Norteamericana expansionista y diferente a la nuestra, un Ciudadano Norteamericano lo protege su Constitución incluso fuera de su territorio, su exacerbado triunfalismo en cada acto televisivo el poder extracontinental de sus políticas ha permeado en el mundo

 

Connell-Smit reconocía que «América Latina es, a no dudarlo, la región inmediata de interés de los Estados Unidos, y lo ha sido aún desde antes de que se independizaran los países latinoamericanos». También admitía que «la Doctrina Monroe fue anuncio de la hegemonía de los Estados Unidos en el hemisferio occidental […]. Vinculada a su ambición de lograr la hegemonía en las Américas ha estado la convicción, asociada al concepto del destino manifiesto, de que los Estados Unidos tienen un derecho natural a ejercerla». Y concluía que «los Estados Unidos han mantenido una actitud de superioridad hacia América Latina y los latinoamericanos: un estilo tutelar».

La consigna de los Derechos Humanos que no respeta en su territorio, ni en las Naciones unidas es ejemplar, su hegemonía es estratégica en el capitalismo monopolista y en el sometimiento de países sin admitir cuestionamientos o interpelaciones políticas, culturales o militares.

 

América latina no ha podido definir este mismo carácter, el Bolivarismo venezolano por ejemplo, no tiene objetivos regionales definidos, por ello el choque de políticas en la región latinoamericana.

 

EL poder y la dominación, las aspiraciones mesiánicas en nombre de las Libertades del Planeta, los nuevos procesos de colonización, las religiones impuestas por los gringos a las patrias libres, la intervención en susdemocracias, su intervencionismo en los golpes de estado, así como la manipulación política han hecho una Cultura Política de dominación y de intervenciónque los caracteriza.

 

Los crímenes de genocidio, cometidos contra los pobladores de la Nación Cherokee desde 1812, la aniquilación de reservas apaches han demostrado que su afán de poderío no tiene límites.

 

El llamado “Destino Manifiesto” abrió el destino territorial de México a ser despojado. En 1845, entre enero y febrero la Cámara y el Senado de Estados Unidos sancionaron el tratado de anexión de Texas. Fue aprobado el 1ro. de marzo por el presidente Tyler, materializándose a finales del año. México declaró interrumpidas las relaciones y acusó a Estados Unidos de «despojar a una nación amiga de una porción considerable de su territorio». No hizo declaración de guerra.

 

Este despojo sigue latente en la economía de mercado, para 1846, el gobierno de Estados Unidos había movilizado sus fuerzas militares y navales atenazando el territorio mexicano desde 1845. En enero de 1846 ordenó al general Zachary Taylor que penetrase hasta la margen oriental del Río Grande, con el objetivo de provocar un enfrentamiento con tropas mexicanas que diese el pretexto para declarar la guerra. El 25 de abril se produce el primer choque armado en La Rosita, cerca de la ciudad de Matamoros. El 13 de mayo el gobierno estadounidense declaró la guerra a México.

 

El 7 de julio fue tomado el puerto de Monterrey en la costa del Pacífico por el comodoro John D. Sloat, anunciando la ocupación de toda California. El 15 de agosto el coronel Stephen W. Kearny tomó posesión de Nuevo México.

Entre el 21 y el 24 de septiembre las tropas estadounidenses ocuparon la ciudad de Monterrey.Para 1847 la Conquista de Verazruz, para 1847 la Batalla de Chapultepec, 1848 el l 2 de febrero se firmó el ominoso Tratado Guadalupe-Hidalgo, en virtud del cual México fue despojado del 51% del territorio original del país. «En 1848 arrebataron a México más del 50% de su territorio, en una guerra de conquista contra el país, militarmente débil, que los llevó a ocupar la capital e imponerle humillantes condiciones de paz. 

 

En el territorio arrebatado estaban las grandes reservas de petróleo y gas que más tarde suministrarían a Estados Unidos durante más de un siglo y lo siguen en parte suministrando, finalmente no podemos seguir viviendo en un colonialismo latente, lejos de la dominación española, sigue la Norteamericana, el compromiso de México en esta Cuarta Transformación es estabilizar al país frente al dólar y los retos económicos y políticos son ahora de supervivencia del más fuerte en el orden internacional.

 

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